Bailamos cuando estamos felices, bailamos cuando sollozamos. Bailamos de chicos y bailamos arrugados. Bailamos descalzos y de gala. Bailamos en la arena y cuando el agua gana. Bailamos con música y, aunque a Eduardo no le guste, bailamos sin un solo sonido. Bailamos como revolución y bailamos para festejar. Bailamos los torpes, para hacer reír y bailamos los talentosos para seducir. Bailamos con vasos y mate. Bailamos los borrachos contentos y bailamos los sobrios somnolientos. Nos juntamos a bailar y hasta bailamos solos. Bailamos en la parada y con auriculares. Bailamos en los charcos y abrazados. Hasta bailamos cuando el mundo se cae a pedazos. Porque a veces se cae. Y acá estoy yo, charlando con la luna, empapado, pidiéndole que te resople en la ventana y se genere el milagro para que aceptes mi: ¿Bailamos?