Hoy leí en instagram: ¨salud no es solo lo que comes, también es lo que piensas y dices¨. Y en mi experiencia es cierto. Cualquier persona puede comer ensaladas, frutas y tener un cuerpo en forma. Pero si en el interior hay una mente negativa, juzgadora y destructiva, es difícil sentirse bien.
¿Cuánto tiempo dedicamos a nuestro bienestar y a nutrir lo bueno? Las redes sociales, Netflix, son plataformas de las que abusamos y lo único que generan es alejarnos de nosotros y alimentar la ansiedad. Porque si estamos constantemente consumiendo material de violencia, drama, historias turbias sin sentido. Esas conductas se normalizan y hasta se glorifican. ¿Qué nos aporta eso?
Pasamos más tiempo alimentándonos de esa toxicidad que del aire libre. Olvidamos apreciar la belleza de la naturaleza que nos rodea y lo bien que nos puede hacer sentir. De respirar aire fresco.
La cuarentena es una oportunidad para aprender. Es un momento para observar nuestro interior; nuestros pensamientos. ¿Qué tipo de voz escucho a diario? ¿Y cómo me hace sentir eso? Deberíamos enfocarnos en que la voz sea positiva, amorosa y que promueva paz y compasión.
Entiendo que hay situaciones que pueden ser difíciles. El aislamiento, la convivencia, el trabajo, la familia. Todo en la vida es un desafío. Y el más difícil está en nosotros. En intentar de superar y mejorar la versión que somos.
Una idea conocida es considerar a nuestra mente como un jardín y así entender cómo el pensamiento que riegues, crece. No olvidemos de llevar a cabo nuestras pequeñas metas. No nos dejemos vencer por la vacilación y el camino fácil. No dejemos las cosas para el futuro. Empecemos hoy. El carácter se forja con cada detalle.