Oculto

“Tres cosas no se pueden ocultar por mucho tiempo: el sol, la luna y la verdad”. Lo leí hace unos minutos y no deja de resonar en mi cabeza.

Pero, ¿no será que nosotros queremos ocultar algunas verdades?

¿No queremos que algunas noches sean eternas y que lo único que no se esconda sea la luna?

¿No estamos todos en el mismo juego del tiempo intentando que el sol salga cuanto antes para salir nosotros también al reencuentro?

Tres cosas no se pueden ocultar por mucho tiempo. La frase sigue resonando en mi cabeza porque estoy segura de qué son más de tres.

Y ahí nos encuentro. Acá estamos nosotros.

Escondidos por quien sabe cuánto, encerrados para no fallar. Hoy somos algo más que no puede estar oculto por mucho tiempo.

A la luna la ocultaron nubes de un Martes lluvioso, las mismas que a la mañana de un Miércoles ocultaron el sol. Y todos nosotros, un poco juntos y un poco separados, amanecimos queriendo que la verdad de lo qué está pasando se deje de ocultar y nos dé un poquito más de esperanza día a día.

Lo bueno es que entre tanta soledad, seguro nos acompañan el sol, la luna y la verdad.