Amar en silencio es imposible. No existe, se nos nota en cada milésima de segundo.
En los ojos cuando miramos, en los labios cuando besamos.
El amor se nos escapa por los poros de la piel, porque es inmenso y nuestro cuerpo no lo puede contener.
Ya no puedo tocarte hoy sabiendo que mañana no lo haré. No quiero pensar en otras manos acariciandote.
Porque lo mío no es solo sexo, no contigo, no ésta vez.
Daría lo que fuera por amanecer todas las mañanas a tu lado, no me conformo con que sea casual.
Que impotencia me da que no me mires como yo a vos, que tus manos no me acaricien como lo hago yo y que tu cuerpo no se acuerde del mío.
Te pienso cada minuto, cada milésima de segundo y yo ni siquiera aparezco en tu mente.
Duele tanto amar así, me hace tanto daño querer a alguien que no me quiere. Pero más me duele la idea de pensar que nunca voy a volver a tenerte aunque sea una milésima de segundo.