Desde que lo conocí me atrajo su capacidad para ser él mismo, para mantenerse en sus pensamientos. Debo decir, brillantes pensamientos. Le gustaba también la música y el deporte. Era un aficionado. Amaba todo lo que hacía, y lo hacía bien. ¡Como para no amar así!
Archivo del autor: Juan Martín Salgado Terra
¿Qué hacemos ahora?
Crónicas del paisito: el león director, la bruja incertidumbre, y el ropero de emociones.